19/10/17

No sabo nada (circa 1949)

Contaba mi abuela que cuando mi mamá era chiquita, era "muy simpática" y "hacía muchas gracias", y cuando la iban a visitar algunas amigas, mi abuela le pedía a mi mamá que hiciera despliegue de sus talentos. Con poquitos años de edad, estaba la pequeña cerca de dónde compartían las visitas, y se le solicitó un par de canciones. En ese tiempo le decían Bolita de cariño. "Ándale Bolita, canta La Patita". La niña, cerrada, respondía brevemente: "no sabo". "Ándale Bolita, canta El Trenecito", y de nuevo como respuesta "no sabo". Y cuando intentaban por tercera vez insistir en que cantara algo, antes de que formularan la solicitud completa, la pequeña se adelantó a declarar contundentemente: "NO SABO NADA".

La primera hija (1947)

Contaba mi abuela que cuando se quedó embarazada de mi mamá, por allá por 1946, para anunciarle que estaba en cinta, el médico le dijo: "Dígale al ingeniero que se ponga a tejer". El ingeniero era mi abuelo, y dudo mucho que supiera tejer, pero me da mucha ternura la expresión del doctor. De forma muy refrescante para la cultura mexicana de la época y actual, se percibe un humor ligero e igualitario para los padres de ambos sexos, que lo serían por primera vez. Mi mamá, María Teresa, nació en junio de 1947.