Mi mamá nos dejó solas un momento, y entonces le dije "¿Qué era lo que querías decirme, Abuela?". Entonces dijo, "Mira, el otro día te molestaste porque te dijeron esto y aquello. Estabas muy preocupada tratando de justificarte. Y ellos claro que te reclaman lo que piensan. Pero escucha esto bien, que no se te olvide, en la vida, siempre, primero estás tú, y luego los demás. Pero primero, siempre primero estás tú.".
Entiendo muy bien por qué me lo dijo. Y me parece un maravilloso consejo. Cuando se me olvida y pongo a los demás antes que yo, de nuevo cosecho insatisfacciones y conflictos. Pero tarde o temprano me acuerdo de sus sabias palabras y me libero de deseos absurdos de que los demás aprueben mis decisiones. Y no se me olvida su voz y su pequeño dedo señalándose a sí misma: "Primero estás tú". Gracias, Abuela.