11/12/09

Cuando se conocieron (1945)


M
i Abuela conoció a mi abuelo en Acapulco. Ella iba con unas tías y primas, y había pedido vacaciones en el trabajo. En ese entonces se hacían unas 10 u 11 horas por carretera desde la Ciudad de México hasta Acapulco, se fueron en autobús. Se conocieron en la playa. Mi abuela llevaba una cámara fotográfica que le había regalado otro hombre que la pretendía, Mario del Río, un acaudalado de Uruapan, Mich., y que pensaba ofrecerle matrimonio cuando ella regresara de sus cortas vacaciones en Acapulco. Mi Abuela tomó el regalo y se fue de viaje con sus primas y tías. Cuenta que se metió al autobús por la ventana, y que llevaba unos shorts cortos y una blusita al ombligo. La imagino como una mujer joven muy, muy inocente.

Mi abuelo iba con un amigo caminando por la playa, Fernando "Toulette". Cuando vio a mi Abuela, mi abuelo pensó "con esa chica me caso en un año". Se acercó a ella y le dijo "Señorita, ¿nos tomaría una foto?", pues mi Abuela llevaba su cámara. Ella respondió "claro que sí", y les tomó la foto. No entiendo por qué le tomó una foto a un extraño y a su amigo, pero por lo visto la novedad de las fotos hacía que tomar una foto a quién fuera era algo honeroso. Después, mi Abuelo usó la foto de excusa para seguir platicando con ella, y en su corto viaje a Acapulco, no se desprendió de ella más.

Luego mi abuelo nos contó que antes de hablar con ella por primera vez, estando sentado cerca de ella en la playa, la escuchó comentar con sus primas que se debían meter a nadar al mar. Mi Abuela había contestado a sus primas "yo no sé nadar en un agua tan grande", y mi Abuelo, sin que nadie le pidiera su opinión, le había dicho "si quiere, yo le enseño" (¡ándale!), pero que mi Abuela no lo había escuchado. A la fecha me recuerda este detalle de toda la anécdota. Pero bueno, como sigue.

Mi abuelo ofreció a mi Abuela regresar a la Ciudad de México juntos, llevando a las primas y tías en su Paccard. Mi Abuela accedió y regresaron juntos. Se detuvieron en Tres Marías, ya cerca de la Ciudad de México, y todos bajaron a estirar un poco las piernas. Mi Abuela estaba molesta por algo con el grupo (para variar), así que cuando éste le pidió que le tomara una foto a toda la concurrencia, mi Abuela fingió tomar la foto, pero en realidad sólo afocó a mi abuelo. Cuando salió la foto, sólo mi abuelo aparece en la imagen, a lo que mi Abuela se ríe la mitad por venganza y la mitad por empezar a enamorarse perdidamente del amor de su vida.

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